La campaña está a punto de terminar y parece haber calado en los medios la idea de que el nivel político de la misma ha sido bajísimo, lo cual hace temer una participación muy escasa. Por no agobiar con miles de enlaces-ejemplo nos vamos a remitir al resumen de hoy de Juanjo Millás. En Izquierda Unida estamos de acuerdo en una cosa: PP y PSOE han entrado al cuerpo a cuerpo de la descalificación y el golpe bajo desde el primer minuto, relegando los muchos asuntos a debate actualmente en el Parlamento Europeo. No, Oreja Mayor, afirmar que el partido de usted es mayoritario en el Parlamento NO es hablar de política europea. Y no, Juan Fernando: afirmar que el partido rojo defiende el empleo y el azul lo pone en peligro, si no respalda uno las declaraciones con hechos, tampoco.
Izquierda Unida ha hecho lo imposible por poner sobre la mesa de debate los grandes ejes de la política europea actual: la legislación comunitaria en materia de migraciones, por ejemplo, o la conveniencia o no de mercantilizar la Universidad, o liberalizar los servicios públicos según el modelo Bolkestein, o adoptar el modelo francés de vigilancia continua y posible expulsión de los ciudadanos de la sociedad digital. Hemos expuesto nuestros proyectos en materia de ecología (que desde luego no pasa por prorrogar diez años la explotación de centrales nucleares obsoletas justo en el día mundial del medio ambiente), urbanismo, defensa y derechos humanos. Como ya sabemos, PP y PSOE no han incluido esos temas en campaña simplemente porque tienen la misma postura ante ellos y no quieren que los ciudadanos lo sepan. En ese contexto, es difícil crear un debate que no consista en y tú más. Apartarse del guión significaría tener que explicar por qué ambos partidos apoyan a Durao Barroso, el proceso de Bolonia y la directiva de retorno de inmigrantes y por qué no le han explicado nada a la sociedad. Estar en Europa no significa acatar todo lo que venga de Bruselas mascadito mediante acuerdo de grupo parlamentario y trasponerlo a la chita callando mientras uno se lamenta de que "los ciudadanos ven la Unión Europea como algo muy lejano". Algunos confunden pertenecer a Europa con sufrir el síndrome de Estocolmo.
Por eso, en Izquierda Unida no creemos que la cutre campaña que han protagonizado PP y PSOE tenga que traducirse en una amplia abstención. Tal vez sea eso lo que a algunos les gustaría. Es el momento de apostar con nuestro voto por una Europa consciente, valiente y crítica, capaz de defender los derechos de todos por encima de los privilegios de unos pocos. Con Willy, con Pedro Marset y con Dori Peñas, ésta sí: tu voz en Europa.
5/6/09
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