ASUNTOS Y ASUNTILLOS

Mientras PP y PSOE se dan de bofetadas con los aviones Falcon, el caso Gürtel y la píldora del día después (por cierto, no os perdáis la visión objetiva e imparcial de Telemadrid sobre esto último), los días de campaña pasan y el próximo 7-J se decidirá la composición del futuro Parlamento Europeo. Entre las muchas batallas pendientes hay una que, dado que estáis leyendo estas líneas desde un ordenador conectado a Internet, puede que os interese especialmente. Hay un lado del Parlamento, capitaneado por los derechistas franceses, que propone aumentar el control y la vigilancia de la Red hasta lo ridículo, dejando fuera de la sociedad del conocimiento a sectores enteros de la población si es necesario, y saltándose a la torera derechos básicos como el de la intimidad y el de la inviolabilidad del domicilio (no estoy exagerando, por desgracia). El lado de enfrente, que hasta ahora ha impuesto al tema cierta sensatez, es el que ha declarado internet un derecho fundamental de los ciudadanos europeos, pero el asunto no está ni por asomo zanjado y en septiembre de este año habrá una nueva escaramuza. No estamos hablando ya de derechos de autor, sino de la capacidad de futuras agencias, gubernamentales o no, creadas ad-hoc para vigilar la vida digital de los ciudadanos. En fin, el debate está servido y que cada cual tome sus propias decisiones, que siempre serán más productivas y estimulantes que darle vueltas y más vueltas al tema de si Zapatero era o no presidente del Gobierno cuando daba un mítin en Cádiz.

Una postura muy interesante, si bien claramente sesgada, es la de José Francisco Alcántara, que en su libro La sociedad de control. Privacidad, propiedad intelectual y el futuro de la libertad (descarga gratuita, PDF) desgrana los conceptos más importantes de esta batalla política fundamental de nuestros días.

(Los tres últimos enlaces, vía Islas en la red)